Del restaurante a la chacra: Nelson Beterette, pionero de frutas tropicales en Formosa

Nelson Osvaldo Beterette (48), oriundo de Laguna Blanca, al noreste de la provincia de Formosa sobre la Ruta 86, estudió en una escuela agrotécnica antes de dedicarse por completo a la gastronomía. Pero hace una década, un giro inesperado lo llevó de regreso a sus raíces agropecuarias: conoció a Roxana Mariel Gómez, obstetra y descendiente de agricultores, con quien formó pareja y se mudó a Laguna Naineck, a pocos kilómetros de su pueblo natal, sobre la misma ruta. Allí también trasladó su restaurante.

En 2022, comenzó a cultivar dos hectáreas que le cedieron sus suegros. Con el tiempo, su emprendimiento agrícola creció notablemente, hasta el punto en que Nelson pasó de ser chef a convertirse en un referente en el cultivo de frutas tropicales en Formosa, sin abandonar la cocina: ahora ambas actividades se complementan de forma armónica.
Toda esa región conforma un pulmón verde de aproximadamente 100 kilómetros a la redonda. Se encuentra dentro del Parque Nacional Río Pilcomayo, un área subtropical fértil y húmeda del Gran Chaco Oriental, ideal para cultivos no tradicionales.
Nelson inició su experiencia agrícola con 300 plantas de maracuyá. Luego, viendo el elevado costo de la papaya importada desde Brasil y Paraguay, se animó a cultivar su propia producción local. Así, se convirtió en pionero del cultivo de semillas híbridas Passion Red, una variedad premium certificada proveniente del Caribe, que adquirió a través de la empresa Yasay SA.

Actualmente, produce diversas variedades de papaya —entre ellas, Intenzza Yuwe (de pulpa roja y tamaño reducido) y Maradol—, además de mango, palta, banana, sandía, guayaba, ananá, lichi, jackfruit (yaca), entre otros cultivos experimentales.

Aunque el restaurante cambió de nombre, mantiene el mismo concepto: cocina regional con un toque gourmet. Ofrece platos elaborados con mandioca, sopa paraguaya, chipá guasú, borí borí y más. También incluye parrilladas, pastas y mariscos. El local está ubicado en la casa 20 de la Avenida Labrador y abre de jueves a domingo.
En 2023, Nelson y Roxana sumaron una sala de elaboración anexa al restaurante, donde procesan su producción frutal en mermeladas, pulpas, dulces y licores tropicales. Su marca, Cupido, cuenta con control de calidad brindado por la Universidad Nacional de Formosa (UNaF). Para ampliar sus capacidades de conservación, planean adquirir equipamiento como una batidora térmica y una cámara de frío.
En cuanto a la comercialización, han impulsado degustaciones en distintos puntos de Formosa con apoyo estatal. Venden en ferias de la capital, distribuyen a fruterías locales y reciben asistencia logística del Estado provincial, que les facilita transporte comunitario para recorrer los 160 kilómetros hasta la ciudad. Además, sus suegros colaboran criando cerdos, gallinas y abejas, lo que les permite vender huevos y miel.

Y hay más buenas noticias: desde hace un año, sus frutas tropicales también se comercializan en el Mercado Central de Buenos Aires. Allí, el kilo de papaya Passion Red puede venderse hasta cuatro veces más caro que en la chacra, llegando a precios de entre $2.500 y $3.000. Cada planta produce aproximadamente 300 kilos al año y algunas frutas alcanzan los 4,5 kilos de peso.
Nelson concluye con orgullo que el mamón, o papaya, tiene gran aceptación en todo el país. Recientemente sembraron sandía, que ya está germinando, y esperan cosecharla entre octubre y noviembre. Cada domingo, disfrutan en familia de un buen asado a la estaca y algún vino noble, agradeciendo el apoyo y la unión que hace posible este singular proyecto.
